Se
caracteriza por la presencia de un narrador. El narrador es el elemento
fundamental del género narrativo. Es la figura que se encarga de contar los
acontecimientos que ocurren. Es un elemento del texto, no representa ni al
escritor, ni a un personaje (no es obligatorio, al menos), ni al lector. Es un
mero electo discursivo y forma parte de la literariedad del texto.
La historia y el discurso
El
nivel de la historia se refiere a la serie de acontecimientos que se narran y
que se organizan en el tiempo bajo relaciones causales que se pueden narrar en
orden cronológico o no.
El
plano del discurso es el nivel en que una voz narrativas cuenta los hechos y el
modo particular en que lo hace.
Tradicionalmente
el texto literario narrativos se organizaba en la sucesión de una situación
inicial que abre el relato y presenta una situación de equilibrio; luego
una ruptura de ese equilibrio inicial, seguido, finalmente del restablecimiento
de ese equilibrio que conduce hacia el final del cuento. Luego aparecieron otras
modalidades como el relato comenzado in media res (en medio d e la situación)
lo que sumerge al lector directamente en el conflicto. También hay relatos que
comienzan por el final donde el fin ya no seria conocer los hechos o la
situación conflictiva en si sino los diferentes motivos que la desencadenaron;
y también la utilización d emecanismos narrativos como las anticipaciones o las
retrospecciones.
Otra
forma de organizar los cuentos es a partir de una estructura menor que se llama
suceso. El suceso es una pequeña secuencia que está constituida por una
complicación determinada y su resolución. Esta secuencia ocurre en un tiempo y
lugar determinado; a ese tiempo y lugar se lo conoce como marco o marco
temporo-espacial. En un mismo marco puede haber varios sucesos. A cada
conjunción de un marco con un suceso se le llama episodio y cuando se habla de
la trama de una obra se hace referencia a una serie de episodios encadenados.
En una categoría que ya podemos llamar superestructural vamos a encontrar la historia
que es la union de la trama con una evaluación a cargo del narrador pero en la
que se puede ver la presencia del autor.
En
un relato bien ordenado cronológicamente el tiempo de la historia y el del
discurso coinciden; cuando se altera ese orden no coinciden y esto puede
generar suspenso, intriga, indicios, etc.
EL CUENTO
Es
una ficción narrativa, escrita en prosa y de extensión breve. Su nombre
proviene del latín computare: contar, en el sentido de calcular.
Los
relatos breves en prosa reciben diferentes nombres: tale o short store en
ingles, nouvelle en francés, novella en italiano, etc.
Tienen
un origen muy remoto donde nace por la necesidad de comunicar experiencias en
forma oral hasta que comienzan, luego, a ser recopilados en forma escrita. Los
relatos orientales son un referente en este sentido. En ellos ya aparecen las
hafdas y se usa por primera vez la forma introductoria “Había una vez…”. En el
siglo X llegaron a occidente. En su origen son anónimos, orales y populares. La
oralidad hizo que aparecieran en los más diversos pueblos historias que se
repiten, adaptando a la atmósfera local una misma estructura, tema y motivo.
El cuento popular
Presenta
una estructura sencilla con un héroe que debe conseguir un objetivo. Su
estructura podría definirse por la presentación de una introducción, nudo y
desenlace (equilibrio inicial, perdida del equilibrio, y restablecimiento del
mismo) que organizan un hecho que se presenta en un espacio y tiempo
indeterminado. Generalmente presentan dos variantes en la modalidad: la
realista o costumbrista y la maravillosa o fabulosa. En cierta medida, con
matices y variantes, estas modalidades perduran hasta el día de hoy.
El cuento de la Edad Media
En
la edad media se desarrollaron relatos en prosa o verso con una finalidad
moralizante o didáctica o simplemente para entretener. En mucho de ellos se
recoge la tradición clásica u oriental. A esta tradición pertenecen los exempla
o muchos cuentos que anticiparon la picaresca (fabliaux). Hacia fines
de la Edad media surgen los relatos más acabados de esta tradición
que unen el entretenimiento y la crítica social. Son relatos enmarcados que se
presentan unidos en secuencias temáticas como el Decameron (1348-1350) de
Bocaccio o Los cuantos de Canterbury (1386-1400) de Chaucer.
El cuento moderno
Se
empieza a desarrollar en el siglo XIX. Se caracterizan por ser un producto
exclusivamente individual y original, que no siguen, al menos
programaticamente, a ninguna tradición. Buscan la originalidad y no la
reformulación. Se caracterizan por un modo más complejo de elaborar la
estructura, el tema y el estilo. No necesariamente hacen foco en acciones sino
que pueden estar focalizados en la descripción de la atmósfera, en la
estructura, en juegos con el tiempo y el espacio, etc. Se transmiten
exclusivamente en forma escrita.
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