viernes, 7 de marzo de 2014

Relato Policial

Tiene su origen a mediados del siglo XIX. Los crímenes y las investigaciones se propagaron con el crecimiento de las ciudades. Los primeros relatos que tuvieron este trasfondo se publicaron en revistas de gran tirada o en ediciones económicas. Los magazines literarios de Estados Unidos publicaron policiales con criticas morales hacia la sociedad que dieron origen al policial negro (Hammet y Chandler).
Si bien había relatos de crímenes anteriormente se considera a Los crímenes de la calle morgue y La carta robada de E.A. Poe (1809-1849), escritos entre 1841 y 1843, como los primeros del género ya que aparece un detective que resuelve los crímenes. Otros escritores siguieron con este tipo de relato: A. C. Doyle (1859-1930); G.K. Chesterton (1874-1936). Este tipo de relato con un detective que resuelve los casos persiguiendo pistas se lo llama policial de enigma.
A partir de la crisis que vivió Estados Unidos en las primeras décadas del siglo XX, surge un policial que denuncia la realidad de desocupación y corrupción y los valores de esa sociedad. Este es el policial negro, cultivado por Hemingway, Hammet y Chandler.

El policial de enigma

El crimen cometido o los motivos son un misterio y deben resolverse como un acertijo que a simple vista resulta hermético. Suele decirse que la acción, que motiva la intriga, ocurre a puertas cerradas. Son muy importantes las pistas e indicios que se esconden detrás de los detalles más accidentales.
El detective del policial de enigma se presenta como la única persona que puede resolver el caso. Generalmente es un amteur, un aficionado que investiga por placer, desinteresadamente. Generalmente se presenta como un aristócrata rico y soltero (por la misoginia que lo caracteriza). Interviene ante la falta de una policia eficaz.
Es erudito, analítico y observador. Toma el enigma como un desafío a su inteligencia. Nunca sale a la calle a perseguir a un delincuente; solo escucha testimonios, lee los diarios, examina el lugar de los hechos y a partir de esos datos elabora una hipótesis y resuelve el caso.
Suele tener un ayudante que funciona como un contrapunto (es torpe, lento, con pocas luces) para hacerlo brillar. Este ayudante en algunos casos suele ser quien narra los hechos. Son ejemplos de este tipo de detectives Sherlock Colmes, el padre Brown, Flambeau, Dupin, etc.

En este tipo de policial suele haber dos historias: una es la historia de la investigación, del avance a partir de las pistas hacia la solución de los hechos, la otra es la propia historia del crimen, que se reconstruye a partir de los avances del caso. Muchas veces para acentuar el procedimiento aparecen las pistas descartadas. La presencia de estas dos historias genera una actitud del lector que compite con el siguiendo su propia investigación.

El policial negro

Lo importante no es la investigación, ni la reconstrucción del crimen en sí, sino la crítica a los valores de la sociedad vigentes, una sociedad que privilegia el dinero a cualquier precio. Muchas veces la acción no pasa por los procedimientos para resolver el caso sino en que hace el protagonista para sobrevivir. En este caso el detective si sale a la calle por eso sus escenarios son suburbios, callejones, barrios pobres, bares de  mala muerte, etc.
El crimen que se investiga no es refinado, es violento, conflictivo, arriesgarse a investigarlos implica mucho peligro. Suelen ser delitos múltiples, como tráfico, muertes por encargo y venganzas relacionados en una misma trama; y es un reflejo de la propia violencia de la sociedad.
Las historias son simples, con ambientación y atmósfera verosímil. La complejidad está en los comportamientos de los personajes ante cada situación conflictiva. Chandler proponía que la estructura debía ser simple y lineal con un final que se haga claro en una simple acción. La narración es muy fluida, muchas veces llevada adelante por una cantidad importante de diálogos que ponen en evidencia los valores de los personajes.
El investigador es lo que se llamaría un “duro”. Su trabajo se basa más en la experiencia y la intuición que en la inteligencia. El es uno más en el mundo donde suceden los hechos, no le es ajeno. Generalmente tropieza y se involucra en la violencia de sus oponentes, aunque es incorruptible y encarna con su actitud la crítica social en el relato. No es un aficionado sino que tiene problemas económicos y generalmente trabaja por un sueldo en la policía o por encargo.


Modificaciones modernas del género:
-Surge el personaje del espía en el contexto de las guerras mundiales y la guerra fría (Novelas de espionaje).
-Nuevos modos de acción: lo que desencadena el accionar del protagonista suele ser una amenaza en medio de una sociedad que lo vigila y lo controla.
-Algunos críticos aseguran que el género está agotado, otros dicen que subsiste en otras historias de investigaciones y búsqueda de la verdad.



EL POLICIAL EN ARGENTINA

Las modificaciones importantes que se dan en el policial argentino son la figura del comisario y la atmósfera local.
El comisario es más cercano al detective del policial negro: Generalmente es provinciano, usa el sentido común, recuerdan viejos casos con similitudes al que lo tiene ocupado y cuenta su historia a un periodista o un escritor en un bar.
Como telón de fondo se da una pelea entre la verdad y la justicia que ponen en cuestión los roles victima-victimario. En esto también se hace presente la crítica a los valores de la sociedad.
Las historias suelen estar enmarcadas. Esta es una característica del género desde Poe, pero en el policial argentino suele ser estructural. El narrador se desdobla en el detective y le cuenta la historia a un amigo y este la refiere.



CONVENCIONES DEL GÉNERO POLICIAL:

A)    Causalidad y espacialidad

Según Borges hay dos procedimientos para motivar la sucesión de hechos narrativos. Uno real y natural que reproduce lo que pensamos en la realidad; y otro mágico, ficcional, que opera por conexiones analógicas (aquí para que el lector crea se debe inventar una serie de detalles  que den cuenta de ese universo que se quiere imponer). Ricardo Piglia afirma que estos procedimientos conviven.
Búsqueda de la causalidad real en los procedimientos que llevan a la resolución del enigma (¿Por qué lo mató?).
En Walsh hay una carga excesiva de motivos por los que se mata, se respeta la tradición del género. En la saga de Hernández es el dinero, en Laurenzi, la venganza. Estos son los motivos más usuales. Aparecen además pasiones y errores. Se puede hablar de una densa y plurideterminada motivación.

Motivación ficcional:
Cuidada relación espacio-enigma: poner el acento en la especialización genera unas resoluciones forzadas siguiendo un código del género que indica que todo debe ser descifrado.
En la saga de Laurenzi el cruce de las dos causalidades se da en la presencia de monstruos, diablos, luz mala y en otros en una carta y una balsa rota.

En el cuento “Simbiosis” aparece una causalidad verosímil (robo + deseo de curarse + error de interpretación) y una causalidad ficcional con la presencia de un objeto de dos cabezas. Tiene mucha importancia la especialidad nacional para entender la inocencia y la credulidad de los habitantes de Santiago del Estero. El monstruo es también “lo otro”.

El juego (ajedrez) tematiza las causalidades en tanto cada movimiento es causa del siguiente. El enigma se espacializa con los movimientos en el espacio. Ya no interesa la la identidad del asesino porque el crimen ocurre como motivado por esos mismos movimientos.
Los modelos de causalidad ficcional de Walsh son el artificio (Variaciones en rojo), la creencia popular y el juego (en la serie del comisario Laurenzi).


B) El detective y el  narrador

El detective presenta en Walsh el problema de la inexistencia de estos en el imaginario argentino. Por eso aparece la figura del comisario.
Los comisarios del policial argentino conservan tópicos deldel género como la misoginia, la soledad, el hecho de narrar sus aventuras a un interlocutor. Una de las diferencia es que está insertaen lo institucional, no asi en los ingleses que la desprecian.
Una de las tematizaciones típicas del género es la de la tensión entre la verdad y la ley o la justicia. En el caso de Walsh, esta tematización, lleva a Laurenzi a identificarse con el criminal y produce también un desdoblamiento en este, que se descubre victimario porque antes fue víctima de la sociedad o de otro criminal. Alcanza una dimensión humana muy profunda con esto.

Los saberes de los policías:
En la etapa de Variaciones en rojo se repite el tópico del saber erudito y librezco del policía (Hernández) que le permite develar el misterio inductivamente.
En el caso de Laurenzi es su experiencia lo que le permite acceder a la verdad y es una experiencia basada en su deambula por distintos puntos del país. Tiene un conocimiento profundo del alma humana.


El relato enmarcado es característico del género desde Poe. El narrador se desdobla en el detective y le cuenta le cuenta la historia a un amigo que la refiere luego en el texto. La historia suele contarse en un bar (espacio de la acción en los relatos argentinos.

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